Historia en los circuitos y en las calles. porsche904 carrera gts
- Artur Carreira
- 26 jul
- 2 Min. de lectura
Ver un Porsche 904 ya es raro, pero encontrarlo en la calle rodando lo es aún más.
Nos topamos con esta reliquia de la historia del automovilismo en las maravillosas carreteras de Montserrat, Barcelona. Tuvimos la suerte de conocer a su dueño que encantado nos dejó sacar estas fotografías para hablaros del 904.
La historia de este coche se escribe a finales del año 1962, cuando Porsche se retiró de la Fórmula 1 sin hacer gran revuelo, se fue para no volver. Con un simple motivo: para Ferry Porsche nada de la Fórmula 1 y su tecnología se podía transferir a los vehículos que ellos vendían y diseñaban. Es por eso, que desde Stuttgart empezaron a focalizar en competiciones donde sí lo permitían como era la categoría Gran Turismo y las carreras de resistencia, donde Porsche brillaba y su desarrollo de nuevas tecnologías sí que las podían extrapolar a sus diseños al público.

En 1964, para que un coche pudiera competir en la categoría GT de la FIA, debía cumplir con el Reglamento de Homologación Grupo 3, que exigía lo siguiente:
Un mínimo de 100 unidades idénticas construidas en un plazo de 12 meses.
El coche debía ser apto para circular legalmente por carretera.
Debía tener ciertas características de producción en serie, no ser un prototipo hecho solo para carreras.
Y por eso, aún tenemos estas reliquias siendo legales en la calle, aproximadamente quedan unos 90 de ellos enteros, y su precio en subasta puede llegar a superar los 2 millones de euros.
El resultado fue el 904, con denominación oficial Carrera GTS que hizo su debut en 1963, siendo su primera versión para competir en la categoría Gran Turismo.

Era un deportivo con motor central desarrollado para triunfar y resistir en carreras en circuito. Ganando dos Campeonatos del Mundo de Constructores consecutivamente en 1964 y 1965. Un detalle es que el coche de serie ofrecía un comportamiento casi idéntico al modelo de carreras, con lo que la transferencia de tecnología de competición a la calle se materializaba de la forma más pura y directa.
Sencillez mecánica, fiabilidad con alto rendimiento y facilidad de conducción.
Un Porsche con todas las letras.
Con un peso en báscula de 655 kg y un precioso cuerpo aerodinámico, le permitía alcanzar velocidades máximas que no eran posibles con los vehículos Porsche de años anteriores.
Originalmente se montó con un motor bóxer de 4 cilindros, con 1966CC. Entregando una potencia de 180 CV con una caja de cambios de 5 velocidades manual y con el que alcanzaba 263 km/h de velocidad máxima. Tiempo después en otros modelos se le acopló un motor de 6 cilindros, y otro de 8 proviniente de la Fórmula 1.
Para nosotros, un coche emblemático, con un diseño atemporal y con mucho carácter. Para ti que otro coche se le iguala de la época? ¡Cunéntanoslo en @carreira.mag!




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